La celiaquía es una enfermedad crónica autoinmune, con fuerte predisposición genética, por la que nos volvemos susceptibles al gluten (conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno) produciéndose inflamación en la mucosa del intestino delgado. Esta enfermedad casi siempre se expresa en niños pequeños con síntomas digestivos como vómitos, diarrea, pérdida de peso, falta de apetito…

Sin embargo en la actualidad, están apareciendo cada vez más casos en personas adultas y se ha descubierto que realmente se trata de una enfermedad sistémica. Los anticuerpos activados por el gluten viajan libremente por nuestro organismo, produciendo nuevos síntomas en cualquier parte de este.
Algunas de estas manifestaciones se dan en la boca, es importante saberlo porque nos puede orientar para el diagnóstico de esta enfermedad cada vez más prolífera, donde el único tratamiento por ahora existente es una dieta estricta sin gluten.

Las principales manifestaciones orales que podemos encontrar son:

• Sensación de boca seca: la cantidad de saliva es normal, aun así los pacientes refieren una sensación de boca seca debido a que la composición de esta se ve modificada.
• Anomalías en el esmalte: aparecen hipoplasias o hipomineralizaciones, sobre todo en los incisivos centrales superiores y primeros molares permanentes. Debido a que estos dientes se encuentran en periodo de formación cuando se le introduce al niño una dieta rica en gluten.
• Aftas orales: médicamente hablando se denomina estomatitis aftosa recurrente. Son llagas o úlceras que aparecen en la mucosa oral. Se ha demostrado una clara mejora de estas aftas cuando se sigue una estricta dieta sin gluten.
• Retraso en la erupción de los dientes temporales.
• Lengua depapilada o glositis atrófica: la lengua pierde las papilas y el paciente presenta ardor o picor debido a falta de vitaminas.